Superman: ¿Por qué sigue siendo relevante en 2025?
Puede que vivamos en la era de los antihéroes, de los tonos oscuros y de los personajes rotos… pero Superman sigue ahí. De pie. Mirando al horizonte con los brazos cruzados y la capa al viento. En un mundo que cambia más rápido que un vistazo con visión de rayos X, ¿Por qué seguimos hablando de este personaje creado hace más de 85 años?
La creación de un mito moderno
Superman no cayó del cielo: fue creado por dos adolescentes judíos de clase trabajadora en Cleveland, Ohio. Jerry Siegel y Joe Shuster soñaban con héroes mientras lidiaban con la pobreza, la discriminación y la inseguridad de los años 30. Su Superman no era solo un personaje con capa: era una fantasía de justicia. Un protector para un mundo que no parecía tener uno.
Cuando Action Comics #1 llegó a los estantes en 1938, lo hizo en plena Gran Depresión, poco antes de la Segunda Guerra Mundial. El mundo necesitaba creer que alguien podía venir y arreglar las cosas. Siegel y Shuster crearon a Superman como respuesta a ese deseo colectivo: alguien fuerte, pero justo. Alguien que usara su poder para ayudar, no para dominar.
El dios que eligió ser humano
Lo que hace único a Superman no es que pueda volar, ni su visión de calor, ni su invulnerabilidad. Lo que lo define es su decisión.
Clark Kent podría conquistar el mundo sin despeinarse. Lo sabemos. Lo han hecho decenas de versiones oscuras del personaje (Ultraman, Injustice, Red Son…). Pero él elige ser bueno. No por miedo. No por deber. Sino porque fue criado así.
Martha y Jonathan Kent, sus padres adoptivos, le enseñaron que los dones deben usarse para ayudar. Y él lo creyó. A pesar de descubrir que no es humano, Clark se aferra con más fuerza a su humanidad. Su moral no viene del espacio. Viene de un par de granjeros de Kansas. De valores simples pero poderosos: ayudar, proteger, respetar la vida. Hacer lo correcto, aunque sea difícil.
Ahí está su verdadera fortaleza: no en lo que puede hacer, sino en lo que elige no hacer.
Un reflejo de lo mejor de nosotros
En tiempos de cinismo, Superman es incómodo. Porque nos recuerda que podemos ser mejores. Que la fuerza no tiene sentido sin compasión. Que la justicia no es venganza. Que el poder debe ir siempre de la mano del sacrificio.
Por eso algunos lo llaman anticuado. Porque esperar integridad hoy parece tonto. Pero eso solo demuestra cuánto lo necesitamos. Superman no es perfecto, y sus mejores historias lo muestran dudando, fallando, sintiéndose solo… pero nunca rindiéndose. Nunca dejando de creer que vale la pena intentar.
Superman no nos dice “soy mejor que ustedes”. Nos dice “ustedes también pueden ser mejores”.
Y ahora, un nuevo comienzo
Este año, en poco más de un mes, llega una nueva película de Superman. Bajo la dirección de James Gunn, el tráiler nos ha mostrado un héroe más brillante, más esperanzador. Uno que parece mirar al futuro, sin olvidar el pasado. El diseño del traje, las referencias a los cómics, la presencia de Krypto… todo apunta a un Superman que quiere volver a inspirar.
¿Y si le va bien? Entonces no solo vuelve Superman: vuelve la esperanza para todo el universo DC. Porque Superman ha sido siempre el corazón. Si él funciona, todo lo demás puede construirse con propósito. Puede ser el inicio de una nueva era donde los héroes no solo peleen… sino que nos recuerden por qué pelean.
El faro que nunca se apaga
Superman no está de moda. Superman es la moda que nunca debimos abandonar. Porque no hay nada más revolucionario hoy que alguien que pueda hacerlo todo… y decida simplemente hacer el bien.
Y lo hace sabiendo que no siempre será entendido. Que muchas veces lo odiarán por intervenir… o por no hacerlo. Que habrá quienes le teman, lo rechacen o lo vean como una amenaza. Superman carga con el peso de tener el poder de un dios… y la voluntad de actuar como un simple hombre bueno. Ese es su verdadero sacrificio.
Clark no elige lo correcto porque sea fácil. Lo elige porque es lo justo, aunque duela. Aunque implique perder. Aunque lo haga sentirse solo entre dos mundos. Cada vez que salva una vida, cada vez que se contiende con su poder y elige contenerse, reafirma su humanidad. Su compasión. Su esperanza en nosotros.
Y eso, en 2025, sigue siendo el mensaje más poderoso de todos:
podrías dominar el mundo… pero eliges protegerlo.
Eso es Superman.
Eso es lo que lo hace eterno.
Comentarios
Publicar un comentario